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Industria 4.0, la oportunidad del BPM

Por Juan Emilio Álvarez, experto en Transformación Digital y BPM

“La Revolución Industrial 4.0 y/o la Transformación digital, ....", ya es una realidad. Esta transformación implica una reinvención,  pero, a diferencia de transformaciones anteriores, los tiempos son críticos. La oferta y la demanda, varían a velocidades vertiginosas, y cada compañía tiene que buscar su camino al éxito. En este escenario, ¿es posible obviar la transformación digital 4.0?

La inmersión en la  "Transformación Digital" tiene que ser una realidad, pero no hay que confundir Transformación Digital, con cambio de tecnología. Elementos como la fabricación e inteligencia aditiva, la robótica, inteligencia  artificial, están aportando en torno al 50% de incremento de la productividad de las empresas, pero: “no es suficiente”; el paradigma al que nos enfrentamos es mucho más profundo y exige a las compañías del presente establecer, entre otros elementos, una cultura corporativa, unos nuevos modelos de negocio (procesos) y, en base a todo ello, una buena inmersión digital totalmente adaptada a las necesidades de la corporación; dicho de otra forma: “la Transformación digital 4.0, implica el reto de saber implementar dicha transformación dentro de las organizaciones en base a una estrategia global y holística”.

¿Cuáles son las claves para afrontar esa transformación?

Las empresas nos vemos abocadas a afrontar retos tales como: 1) Conseguir una mayor orientación y servicio a nuestros clientes, 2) Integrar en la cadena de valor nuevos agentes o plataformas de servicios que actúen como Hub de los negocios, 3) Gestionar la información como un elemento crítico y no simplemente como un repositorio de datos, 4) Gestionar la reputación, 5) Gestionar la seguridad, 6) Gestionar el talento (Talento 4.0), 7) Implementar las transformaciones regulatorias o cambios legislativos, 8) Relacionarnos internacionalmente, etc…, en definitiva, una transformación completa de los modelos de negocio o, dicho de otra forma, una transformación completa de la oferta y la demanda.

  1. La esperanza de vida de las empresas, ya no viene de la mano de los bajos costes salariales, sino de la innovación en los replanteamientos de lo que debe ser la estrategia y el producto/servicio. Las pautas de consumo han variado mucho y muy rápido, cada vez es más demandado, “conectar  producto y cliente -  Tecnología conectada - en tiempo casi inmediato”. Esta conexión pasa por transformar nuestro producto en un conjunto de: elementos físicos + servicios. Por ejemplo, una de las grandes aportaciones de Steve Jobs, fundador de Apple, no fue el IPhone, sino el servicio de distribución de música a través de estos dispositivos, hecho que logró una gran conexión entre producto - cliente.
  1. Las estrategias y procesos de las compañías no están preparados en la mayoría de las ocasiones para esta situación, de ahí, la necesidad de integrar a nuevos agentes o prestadores de servicios, que permitan llegar a conectar los productos a los clientes en tiempos más rápidos y con un mayor valor agregado, mayor que el que pudiéramos prestar nosotros si tuviéramos que adaptar o desarrollar los mismos. Sin embargo, esto conlleva inconvenientes, por ejemplo, el efecto de “Caja negra”, en el que se puede llegar a perder el control de cómo se están haciendo las cosas, pasando a medir solamente el resultado y perdiendo en algunas ocasiones la “experiencia de usuario”. A modo de ejemplo, nos centraremos en el “Sector Asegurador o banca”, en el que muchas compañías están externalizando en empresas muy especializadas su actividad de evaluación de riesgo de siniestro o de crédito. El objetivo de estas empresas es contar con modelos técnicos de evaluación de riesgo muy avanzados, pero de manera global, en donde no suelen tenerse en cuenta variables de contexto, experiencia de usuario, etc.,  propios de cada empresa aseguradora o banca, generando con ello el denominado efecto de “Caja negra”, esto es, ante una entrada se aplican los modelos y se genera una salida. Esto desencadena una doble paradoja, por un lado, se pierde el conocimiento del porqué de la respuesta y por otro puede inferir una serie de asesoramientos erróneos, que son difícilmente identificables, pudiendo ocasionar daños colaterales en la percepción del cliente final.
  1. Esta situación, conlleva la necesidad de gestionar la información como un elemento crítico y no como un simple repositorio de datos; es decir, tenemos que ser capaces de pasar de una “Sociedad basada en el conocimiento a una sociedad basada en la información”. La transformación de la “Cadena de Valor” no puede generar rupturas de información; coge especial relevancia el análisis de los datos, en el que establecer la calidad e idoneidad de los mismos, no es tarea fácil, pero sin embargo es crítica para una sociedad Digital. ¿Cuántos proyectos de Big Data, de Gestión de Conocimiento se han gestado?, ¿Cuántos de ellos han resultado fallidos?, ¿Por qué?. La respuesta es compleja y las generalizaciones complicadas, pero sí me atrevo a decir que un gran número de empresas se han lanzado a la “Transformación Digital”, pensando que los modelos de negocio y procesos actuales son válidos simplemente cambiando la tecnología. Y la realidad es bien distinta. Tenemos el conocimiento de los modelos actuales, pero nos falta la transformación del mismo en información que permita entender mejor las necesidades de la demanda con el fin de adecuar nuestra oferta de una manera mucho más efectiva, por lo tanto, tenemos que entender qué significa pasar del “Conocimiento actual” a transformarlo en “Información”,  y, para ello es imprescindible el cambio de modelo de negocio (Cadena de valor) y después la tecnología. Al no tener en cuenta estos aspectos, los proyectos de BIG DATA pierden gran parte de su valor y tienden al fracaso.
  1. Todos estos retos, no pueden hacernos perder de vista nuestra “Reputación”. Una estrategia no adaptada, una mala gestión de la información, una mala selección de los player que integremos en nuestra “Cadena de Valor”, puede llevarnos a dar respuestas precipitadas, tomar decisiones erróneas, o incluso más grave: causar fugas o pérdidas de información irreparables, que hagan que el trabajo de años, por ganarse una posición sólida en el mercado, se pierda en cuestión de minutos. Por lo tanto, tenemos otro reto a resolver, ¿cómo gestionamos la reputación en la era de la Transformación Digital?. La “Reputación, la tenemos que implementar nuevamente como otro elemento crítico dentro de la Estrategia e incorporarla en el día a día a través de los procesos y procedimientos operativos. Una buena gestión de Gobierno corporativo, transparente y fiable, junto con un buen código ético de conducta ayudarán a mitigar las vulnerabilidades reputacionales que todo negocio conlleva.
  1. La “seguridad de la información”, muy de moda últimamente por los ataques Cibernéticos de todos conocidos, es otro de los grandes retos de la Transformación digital. Para cualquier compañía el manejo de la información de sus clientes y sus activos es crítico, no hablemos de sectores, como Administración Pública, Banca, Seguros, Telecomunicaciones… Es por ello imprescindible tener en cuenta también todos estos elementos a la hora de abordar una estrategia de “Transformación Digital o Industria 4.0”. Tenemos que ser conscientes, que la seguridad puede aparentar una barrera para el avance, ya que tenemos el concepto que la seguridad puede llegar a ser “inhabilitante”, pero en realidad es todo lo contrario. Pensemos lo ocurrido recientemente con los ataques cibernéticos ocurridos a nivel mundial: ¿Cuántas empresas se han visto abocadas a parar su actividad?, ¿Que coste ha tenido, no sólo a nivel de producción, sino reputacional y de imagen?, ¿Cuánto tiempo y coste conlleva volver a la situación previa al ataque?. Si reflexionamos cuánto cuesta gestionar en el día a día la seguridad, frente a los costes que generaría la “NO seguridad”, veremos que no está justificado desproteger uno de los activos más valiosos de las compañías: “La información”. Toda “Transformación digital” deberá establecer mecanismos de seguridad fuertes, selectivos, eficaces y, en la medida de lo posible, eficientes, en función de la importancia de la información a proteger, y que velen en todo momento por cumplir con la voluntad del cliente.
  1.  No podemos perder de vista el impacto de las  “transformaciones regulatorias”. El acceso y seguridad de la información, la protección al consumidor, la supervisión, el establecimiento de responsabilidades desde el punto de vista del “quién”, son elementos que están en los despachos de los Organismos Reguladores y acerca de los que tenemos que estar muy pendientes según se vayan aconteciendo, de cómo impactan en nuestra estrategia de Transformación Digital. A modo de ejemplo, las empresas fabricantes de vehículos, están trabajando en el vehículo autónomo, hoy está en las mesas de los órganos reguladores el análisis para determinar y regular quién sería el responsable ante un accidente de un vehículo de este tipo: a) el que está en el vehículo,  b) el fabricante del software del vehículo, c) el fabricante del vehículo. Una Transformación digital efectiva tiene que contemplar entre sus objetivos la alerta temprana del marco regulador. Esta alerta, deberá encaminarse especialmente a entender la motivación de dicho marco, el impacto que puede tener en nuestra organización y sobre todo en la oferta, con el objetivo de establecer los mecanismos de anticipación que permitan llegar al máximo grado de cumplimiento en el menor tiempo posible. Como comentaba al principio, el tiempo es crítico.

¿Qué aporta el BPM a todo esto?

Como hemos ido exponiendo, las empresas tenemos que abordar estos grandes y difíciles retos, ¿cómo?, por un lado adoptando estrategias integrales (holísticas) que alberguen el total de los ámbitos necesarios para el proceso de “Transformación digital (estrategia, procesos, personas y tecnología)”. Se impone por un lado aplicar una “transformación más innovadora que disruptiva” y por otro, aplicar tecnologías que se adapten lo más posible a la organización y sean lo suficientemente flexibles y ágiles como para poder conseguir una transformación continua, rápida y con unos costes relativamente controlados. El no enfocar la Transformación digital desde este enfoque holístico, y pensar que simplemente con aplicar cambios tecnológicos es suficiente, nos llevaría a una situación de no retorno muy complicada.

Desde esa perspectiva, las soluciones de Business Process Management (BPM), creemos que son las que podrían liderar y dar respuesta a gran parte de los retos y requerimientos de los que hemos hablado. Los motivos son claros:

  1. El BPM, en su concepto global y no sólo tecnológico, permite a las empresas ser más proactivas, adaptables y agiles, esto permite a las organizaciones que han adoptado BPM, poder cumplir con el reto de reducir los tiempos de puesta en el mercado de nuevos productos/servicios y nuevos marcos regulatorios, (fast to market).
  2. El BPM proporciona a las empresas, procesos inteligentes que permiten que las organizaciones tengan más visibilidad y aporten más valor añadido al usuario final (producto conectado al cliente).
  3. Desarrollando el negocio con BPM, las empresas ganan perspectiva “end to end” y visibilidad en los procesos de negocio críticos (Cadena de valor), tiempo real y puntos de vista globales, se consigue aunar organización, personas y tecnología (internas y externas), bajo un mismo eje, “el proceso”, minimizando el impacto de “Caja negra”.
  4. Desde el punto de vista organizativo, establecen una forma y cultura global, disminuyen las patologías culturales, optimizando el efecto silo o de ausencia de comunicación. La transmisión de los objetivos se hace a través de los procesos (Gestión del Talento 4.0).
  5. La “inteligencia de los procesos” completa la ecuación para las organizaciones que quieren disfrutar de una “información en tiempo real” y “una visión global”. La gestión de reglas de negocio, la gestión de la multicanalidad con interfaz de lenguaje natural amigable, asistencia personalizada y soporte automático, permiten que los procesos sean cada vez  más inteligentes. Siendo uno de los factores más importantes para la competitividad a corto y largo plazo de las compañías, permitiendo focalizarse en la información crítica y necesaria consiguiendo visibilidad en tiempo real de los diferentes escenarios, generando negocios predictivos y no reactivos

Independientemente del sector donde operemos, las actividades se organizan en procesos, y las soluciones de BPM se presentan como la mejor opción estratégica, organizativa y tecnológica para orquestarlos con Agilidad y Control, integrar todos los actores de la Cadena de valor y conseguir la “Industria 4.0”.

La “Transformación digital 4.0, es una realidad, ha venido para quedarse, y el BPM es un serio candidato para dar respuesta. No se trata de decidir si implantar o no una solución de BPM, sino cómo. Como en todos los ciclos tecnológicos, son las organizaciones innovadoras las primeras que marcarán la tendencia del mercado.

 

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